miércoles, 19 de mayo de 2010

LISTA DE COTEJO Y ESCALA DE APRECIACIÓN

LISTA DE COTEJO Y ESCALA DE APRECIACIÓN

En este documento encontrarás indicaciones para elaborar adecuadamente dos tipos de instrumentos de evaluación: la lista de cotejo y la escala de apreciación.

Tal como se vio en el módulo anterior, los instrumentos de evaluación admiten diferentes clasificaciones, según la orientación pedagógica y didáctica a que estén referidos. Esto significa que poseen distintos usos y aplicaciones, algunos de ellos preestablecidos institucionalmente, ya sea en las prácticas históricas (como los controles de lectura, por ejemplo), ya sea en las prácticas que buscan innovaciones y readaptaciones .

En esta ocasión trabajaremos con dos modelos de instrumentos evaluativos: la lista de cotejo y la escala de apreciación.

Lista de cotejo

Consiste en un listado de aspectos a evaluar (contenidos, habilidades, conductas, etc.), al lado de los cuales se puede adjuntar un tic (visto bueno, o una "X" si la conducta es no lograda, por ejemplo), un puntaje, una nota o un concepto. Su nombre en inglés es checking list, y es entendido básicamente como un instrumento de verificación. Es decir, actúa como un mecanismo de revisión durante el proceso de enseñanza-aprendizaje de ciertos indicadores prefijados y la revisión de su logro o de la ausencia del mismo.

Puede evaluar cualitativa o cuantitativamente, dependiendo del enfoque que se le quiera asignar. O bien, puede evaluar con mayor o menor grado de precisión o de profundidad. También es un instrumento que permite intervenir durante el proceso de enseñanza-aprendizaje, ya que puede graficar estados de avance o tareas pendientes. Por ello, las listas de cotejo poseen un amplio rango de aplicaciones, y pueden ser fácilmente adaptadas a la situación requerida.

Ejemplo:

Lista de Cotejo para la Etapa de Evaluación de Microproyectos

Indicadores

Hecho

Pendiente

No realizado

Los resultados del microproyecto fueron presentados y comunicados




Las evaluaciones del desarrollo fueron incluidas como parte de la evaluación final




Seleccionaron y prepararon adecuadamente la evaluación de acuerdo a lo planteado en el diseño de su microproyecto




Se recolecto y registró información útil de la evaluación durante toda la ejecución del microproyecto




Se recolectaron todos los registros trabajos, informes, etc. Para la evaluación final




Los objetivos y criterios de la evaluación fueron conocidos por todos los participantes desde el inicio del microproyecto




Todos los involucrados en el proyecto analizaron los resultados de la evaluación




En este ejemplo, a cada indicador le corresponden tres estados posibles: hecho, pendiente y no realizado. Esto convierte a esta lista de cotejo en una herramienta de ajuste de proceso, ya que de sus resultados dependerá el curso de acciones que se seguirá.

De lo anterior desprendemos, entonces, que las listas de cotejo poseen – al menos – dos componentes: un listado de indicadores y un rango de criterios de evaluación (logrado, no logrado; puntajes; notas; conceptos; etc.), que se pueden agrupar en una sola columna o en varias, si el caso así lo amerita.

Producción de un lista de cotejo

Si bien es cierto que el ideal es producir in situ los indicadores, en tanto sólo en el trabajo directo en aula sabremos qué y cuánto queremos evaluar, también es posible tomar en préstamo indicadores ya formulados. Ello permite trabajar con indicadores que han sido previamente diseñados en un contexto didáctico, lo cual posibilita tomarlos como modelos o ejemplos para la formulación de nuevos indicadores (ver Indicadores), o bien, reformularlos, adaptándolos a los requerimientos en que se está realizando la práctica pedagógica.

Así por ejemplo, veamos cómo organizar los siguientes indicadores tomados del Programa de Lengua Castellana y Comunicación de IV Año Medio, Formación General

Tal como se aprecia, los indicadores de evaluación apuntan a aspectos de carácter cualitativo y no poseen una transformación a una calificación. Por lo tanto, lo primero que habría que hacer es resolver qué categorías se usarán para calificar estos indicadores. Tradicionalmente se utilizan categorías antónimas y excluyentes: sí – no, logrado – no logrado, correcto – incorrecto, etc. Hay que cuidar que estas categorías reflejen efectivamente la conducta o el contenido medido, ya que de lo contrario se transforman en instrumentos que no guardan una relación de retroalimentación positiva con el entorno.

Supondremos que las categorías utilizadas serán conceptos, tales como logrado y no logrado. Con esta información construimos una tabla de doble entrada del siguiente modo, y – además - supondremos que sólo nos interesa verificar un resultado, por lo que utilizaremos un tic o visto bueno para cada casillero cuando corresponda:


En síntesis, las tablas de cotejo pueden ser de gran ayuda en la transformación de los criterios cualitativos en cuantitativos, siempre y cuando dichas decisiones respondan a los requerimientos efectivos de resolución de problemas en las situaciones reales de aula con las que estemos trabajando.



No hay comentarios:

Publicar un comentario